¡Celebremos a papá!

¡Celebremos a papá!

Mi papá me enseñó a caminar distinto

Un homenaje a los padres que nos enseñan mucho más que a dar pasos

Hay aprendizajes que no se enseñan con palabras, sino con la vida misma. Hay personas que no nos dicen qué hacer, pero nos muestran cómo ser. Para muchos, esa persona ha sido papá.

Mientras crecemos, solemos pensar que los pasos que damos son nuestros. Y lo son. Pero muchas veces olvidamos que hubo alguien que caminó antes para que nosotros pudiéramos hacerlo diferente. Para que lo hiciéramos mejor.

“Mi papá me enseñó a caminar distinto” no solo es una metáfora, es una realidad para tantos. No se trata solo de aprender a dar pasos firmes, sino de entender el valor de la dirección, la dignidad del esfuerzo, la fuerza del carácter, la nobleza de las decisiones.

Papá tal vez no lo dijo en voz alta, pero nos enseñó que el trabajo no solo es un deber, sino una forma de cuidar. Que un “te quiero” puede estar escondido en un gesto, en una herramienta bien usada, en una caminata silenciosa, en la forma de estar.

Nos enseñó a caminar distinto…

  • Cuando nos mostró que la palabra vale más que una firma.
  • Cuando defendió sus principios, incluso cuando era más fácil ceder.
  • Cuando aceptó sus errores y supo pedir perdón.
  • Cuando celebró nuestros triunfos como si fueran suyos, aunque él hubiera querido algo diferente.
  • Cuando cuidó sin controlar, cuando soltó sin abandonar.

En el Día del Padre, no solo celebramos a quien estuvo ahí para dar apoyo, sino a quien nos ayudó a entender cómo sostenernos solos. Y luego, nos empujó con amor para seguir caminando.

 Gracias, papá, por enseñarnos a caminar distinto.
Por mostrarnos con tu ejemplo que los pasos más importantes no siempre son los más visibles, pero sí los más valientes.

 

Gracias papá Att: Andrea e Isabela Lopera XOXOX

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